El niño de los risueños cascabeles.

Nunca tuvo hambre

solo sed de agua enamorada

nunca se cansaba

aunque ardiera en fiebre

su frente agrietada

siempre hacía preguntas

que nadie contestaba

siempre llevaba una bufanda

no por el frío

si no para guardar lágrimas

una capa azul

para las frías madrugadas

siempre esperaba su turno

nunca lo forzaba

aunque su lugar en la fila

estuviera al final de las galaxias

su única arma una espada

que versos en la arena dibujaba

siempre llavaba una rosa arraigada

hasta los tuétanos del alma

no tenía tronos ni herencias

sólo una cuenta de poemas en la nada

sin embargo regalaba esperanza

en los desiertos,

pozos de agua

en las soledades,

una amistad domesticada

en las ocupaciones,

una verdad acerca

de enfoques ,esencias y

lo de eterna importancia

en las noches,

cascabeles que en el cielo

rien a carcajadas

era el niño que aprendía lecciones

de formas extrañas

y las enseñaba a otros

con mirada azucarada

no tenías que buscarlo,

él siempre estaba

en su reino no existían las puertas cerradas

nunca tuvo hambre

sólo sed de agua enamorada

recuerdalo en las noches estrelladas

cuando en el cielo…

cascabeles rían a carcajadas.

2 comentarios

  1. Principito Gracias… Por las esperanzas … Por el agua en el desierto … Por esa amistad de zorro domesticado que has regalado … Y Por esa sonrisa de cascabel en el cielo que alegra mis noches …. Gracias principito por estar ahi con tu gran cariño y paciencia … Dios bendiga tu vida y desborde en ella cosas inusuales y llenas de maravillas… un abrazo

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