De pronto un trueno
rompe el silencio
me quiebra por dentro
no me encuentro
me pierdo en un vano intento
un reloj roto sin tiempo
marca la hora del sueño
frunzo el ceño
¿es susurro o es lamento?
es un suspiro sediento
es una lágrima ardiendo
es voz ahogada sin «tendiendo»
una empatía perdiendo
un choque en el cerebro
labios abiertos
sin eco ni beso
trueno que viene de lejos
pararayos en mi pecho
otra vez me quiebro
mis cristales en el suelo
recoge mis fragmentos
y sóplalos al viento…
Julio Valencia.
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